viernes, 23 de agosto de 2019

Margarita por Ramón Díaz Eterovic.


A propósito del plagio que se hace en relación a la viñeta de la niña Margarita, traemos acá un artículo del año 2016 publicado en Liberaria Ediciones, con una reseña, también publicada en revista Punto Final, de Gustavo Donoso y su risueña hija Margarita.

27/01/2016
“Reseña ”
Revista Punto Final
Gustavo Donoso y su risueña hija Margarita
Por Ramón Díaz Eterovic
Seguro que muchos lo recuerdan, y que otros tantos, probablemente los más jóvenes, no lo sepan. Durante la dictadura pinochetista existió un diario que se llamó Fortín Mapocho, y en las portadas de cada una de sus ediciones aparecía una viñeta humorística protagonizada por una niña bastante singular llamada Margarita. Una niña risueña y de lengua afiliada que no vacilaba en decir cosas como: La CNI dice enfrentamiento y el eco repite: miento, miento, miento. O frases que mantienen su vigencia, como: Toda dictadura vive de la mentira. La verdad nos hace libre. Las viñetas eran firmadas por Gus, nombre de batalla del notable poeta Gustavo Donoso, hombre de ingenio ilimitado, buen humor y humildad a prueba de todo.



 Conocí a Donoso en la vieja feria del libro que se realizaba en el Parque Forestal, junto al Museo de Bellas Artes. Llegó al estand de la SECH y con extrema modestia preguntó si podía dejar para la venta una decena de ejemplares de un folleto que había publicado con algunas de las mejores viñetas de la Margarita. Evidentemente el olfato comercial no era algo que caracterizara a Donoso, ya que el modesto folleto desapareció rápidamente del mesón de ofertas, y a partir del día siguiente las entregas del autor debieron contarse por centenas. Margarita era sin duda un personaje popular que decía, con insuperable humor o ironía, aquellas cosas que muchos pensaban de la dictadura y que no todos se atrevían a decir en voz alta.






En las páginas de presentación del libro “Margarita” (Liberalia Ediciones, 2015), Gustavo Donoso nos dice que Margarita es una niña que siempre tiene una pregunta a flor de labios, y una sonrisa tratando de ayudarnos a contestar cosas que no sabemos: ¿qué es la Libertad?, ¿dónde se ha escondido la Justicia?, ¿cuándo volverá la gran exiliada: la Democracia? Y sobre sí mismo, con fresco humor, Donoso, comenta: Bueno, digamos que de lejos es hombre serio y de cerca también. Sonríe a veces. Cuando le pagan el sueldo, por ejemplo. Y sobre su trabajo, acota: A la Margarita y a mí nos da risa que nos llamen humoristas. Ná que ver. Esto es lo más serio que hemos hecho en nuestra vida. Asumimos ese esfuerzo cotidiano porque creímos que el pueblo chileno merecía una cuota diaria de alegría, entre muchos miedos, mucha muerte, mucha mentira.



Durante siete años, la Margarita ocupó la portada de Fortín Mapocho y luego presente en otras revistas culturales y poblacionales. Desde las páginas de todas esas publicaciones irradió humor, provocó sonrisas, y sobre todo género valiosas reflexiones. Su nombre ocupa sin duda un lugar destacado en la obra que hizo un conjunto importante de dibujantes para entregar algo de humor y esperanza en medio de la dictadura. Uno de esos dibujantes, Hervi, señala en parte del libro que Margarita fue un hito en el humor gráfico que surgió como reacción natural a la barbarie pinochetista.

Buena parte del éxito de la Margarita se debió al uso de la palabra que hizo Donoso. Como buen poeta, conocía la potencialidad que podía dar a cada palabra, el uso del doble sentido, la riqueza de las metáforas. Así lo explica el poeta Jorge Montealegre en una de las presentaciones del libro: La Margarita siempre tuvo la marca del poeta. Se sostenía en la palabra (…) La decía con coraje, reservándose el resquicio legal que permitía la ironía tanto para eludir como para aludir la censura; por ejemplo, escribir “Correos de Chile” para decir con cierto disimulo que los milicos tenían que irse.



Cuando la dictadura imponía un país oscuro y triste, las viñetas de Gustavo Donoso hicieron reír a los chilenos que ansiaban el retorno de la democracia. Por ello no es exagerado decir que ellas repartieron entusiasmo y esperanza. Su aporte a la campaña del No fue relevante. Al azar escogemos algunas frases de sus viñetas: Para botar los bototos tenemos el voto o El General quiere que le den las gracias pero NO hay de qué. Lo de Gustavo Donoso fue el aporte del ingenio y la inteligencia a la causa de la democracia. Por eso nos parece muy oportuno que Margarita reviva en forma de libro, y que su humor nos haga pensar una vez más en cosas que siguen siendo esenciales en los días que corren. Y oportuno nos parecería que la obra del poeta Gustavo Donoso fuera más conocida, y que Margarita volviera a ocupar las páginas de algún diario. Seguro que a Gus no le faltarían temas para hacer reír y pensar a los chilenos.


Nota publicada en la Revista Punto Final N° 844, del viernes 8 de enero de 2016.


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